viernes, 19 de octubre de 2012

Azaña bendice tu Hazaña




ZALDÍVAR

desde el lunes 29 de octubre hasta el día 13 de noviembre   expone  su obra  en
EL ATENEO DE MADRID
sala de exposiciones  calle del prado 19


 Zaldívar circunferente

Zaldívar abstracto con redondeles, sin mirada, saturado de colores, pero maduro, alguna vez sensible a los pasteles.
Zaldívar redondo, Emilio circunferente, seguro que rojo, rojo de siempre, de sangre de cólera escondida, de excitación también, rojo de sexo. Zaldívar erecto que nada puede enjaular.
A veces un cuadro parece un espermograma en tecnicolor; hay que pararse atravesar la pintura, ver por detrás, dejar los colorines y descubrir la estructura, Zaldívar inmenso, sin estratosfera, Zaldívar todo universo.
Emilio cumple años sin llegar a viejo, absorto en infancias, quien diría enfermo cuando los estragos conciernen al arte. Zaldívar atravesado por el sol, Emilio claro oscuro.
Negro y naranja, un ocho, flecha azul, fondo anaranjado. Un vicio de formas. Un Quo Vadis, un Marco Vinicio. ¿Cómo separar los blancos? ¿Darle geometría y fondo a la estructura?
Zaldívar inspirado. Los redondeles de pronto, en simetría, forman como una persiana de ojos, de miradas, miradas supuestas del espectador por venir, integración de tus ojos en la tela, que casi esconden la pintura. Una pintura de no ver, abstracción. Deja que te atraviese la pintura.
Emilio vuelve a Tebas, la experiencia de pintarlo todo no le quita la ilusión de seguir pintando, inventando, todas las maneras, todos los posibles, de la carreta a la frutería, de lo barato a lo invendible. Zaldívar invencible.
Mira el cuadro blanco, ahí en el medio, justo en el medio, el pintor te sonríe con picardía. ¿No lo ves? Es abstracto, Zaldívar generoso. Mi amigo, mi pintor.

Ignacio Gárate Martínez
París 19 de octubre 2012